La cifra de parados extranjeros se ha quintuplicado en apenas tres años en la provincia de Castelló, según datos del Servicio Público de Empleo Estatal. Además, se ha duplicado el número de mujeres y jóvenes desempleados. El gran repunte se produce en el último año, en la antesala y posterior estallido de la crisis mundial.
El diputado del PP Miguel Barrachina presentó una pregunta al gobierno sobre la evolución del paro entre los colectivos más vulnerables. Los datos aportados por el ejecutivo reflejan un importante incremento, si bien es cierto que también se ha incorporado mucha gente al mercado laboral en los últimos años. La cifra más llamativa es la de los extranjeros, que prácticamente se quintuplica, al pasar de 1.616 parados en 2005 a 7.578 en 2008.
Las mujeres también salen malparadas: en 1998 había 5.957 féminas en el paro y al cabo de una década la cifra asciende a 12.858. En cuanto a los jóvenes menores de 30 años, se ha pasado de 4.152 parados a 8.455. Un análisis pormenorizado de estos datos refleja que el gran repunte se produce en 2007, en la antesala de la crisis, y prosigue a lo largo de 2008.
Para Angela Placsintar, presidenta de la Asociación de Inmigrantes de los Países del Este con sede en Castelló, "la situación económica es difícil y todo parece indicar que las cosas van a ir a peor", para españoles y rumanos. Placsintar reconoce que hay "miedo" a las consecuencias y a la posibilidad de tener que regresar a Rumanía si el paro sigue aumentando.
"Si la economía empeora, muchos tendrán que regresar", advierte Daniel Velázquez, presidente del Centro Hispano-Rumano de Alcalá de Henares. "Desde septiembre ha disminuido considerablemente la llegada de rumanos", asegura Miguel Fonda, presidente de la Federación de Asociaciones de Rumanos en España.
La situación podría agravarse, coinciden todos, si el Gobierno español decide prolongar la moratoria de dos años -expira el 1 de enero de 2009- que ha puesto límites a la contratación de trabajadores rumanos, para evitar grandes oleadas migratorias.
El Gobierno de Rumanía ha intentado durante 2008 incentivar el regreso, con medidas que Placsintar considera "testimoniales", como testimonial ha sido la acogida que han tenido, casi nula.
Fuente: Levante de Castellón
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